jueves, 7 de abril de 2016

Al Poeta Orlando Pichado

Orlando Pichardo

La palabra poética de este mágico ser, aborda los confines de la imaginación metafórica, es un tinglado de luces que amortaja al lector a su embrujo creativo. En la Antología “Los Vidrios Rotos” se puede evidenciar la madures de guijarro fluvial de su pluma y su verbo, esta edición compuesta por sus siete libros: La palabra que tengo (1978), Delamar (1983), Reconciliación con lo real y lo imaginario (1990), Calendario Secreto (1994) Visiones de Sol (2002), Ofrendas al Asombro (2001), Ella: La Palabra (2005), demuestran su esfuerzo y dinamismo con el fiel oficio del escritor, quien muriera muy joven por un cáncer que le arrebató la vida cruelmente, pero el siempre lleno de luz, alegría y entusiasmo escritural, con su inteligencia logro captar a la muerte, la soledad con su arte poético.
Sus vivencias grupales y colectivas, no existirá total alguno que pueda llenar su ausencia, recuerdo una vez de las tantas, en que visitaba la dirección de cultura del decanato del Rectorado de la UCLA, fue nuestro primer y significante encuentro cara a cara, donde intercambiamos un delirio de ideas y saberes literarios, siempre cuando asistía a su oficina, él estaba siempre preparado con un singular y gran ejemplar de la “Revista Principia” creada, coordinada y administrada por sus mese y uno que otro libro de algún otro autor que me pudiera extender a la mano de sus haberes, muy agradecido estoy por tan buen gesto de amistad,la distancia solo habla entre vuelos fragmentarios, entre el hombre y su poesía, que hace piel de mujer y metáfora, unido a la desdicha y ausencia, es su ilustre ilusión un oasis poblado por un traslucir mundo acristalado, es una canción de calles, bar o riberas indisciplinados, es premura al odio indócil, con su latir y sueños a de influir en las generaciones por venir.
En su lírica, se asume la alegoría a lo real e inmaterial espíritu, que lucha con el silencio monótono de altibajos y acertijos, tu nombre Pichardo es para la posmodernidad, no a lo pretérito, sino al adorno del camuflaje flagelado del arte poético y epistemológico, grato para tu verbo galopante como un minotauro insaciable e insatisfecho, tu avivaras al navegante fraguado, al desvelado sin luna a quien cantarle, al insomnio que no me deja nacer los sueños de un feto atietado, de tu voz de esclavo libre, en riberas que no haz de tomar aún más que nunca, sin prejuicios de mortalidad o natalidad, yo preguntare siempre por ti, en el vacíoprofundo de cierto verso no consumado, en el vaso que brindaremos como ultima cicuta, para no dormir eternamente, he de probar la sidra prohibida del océano de salitre mustial, perpetuamente, con tu afición de impulsos vitales de la cadera de una bella gitana, cubana o caribeña que su ternura reconstruya, tu memoria con la palabra que habitas, no perezcas en el transcurrir del tiempo.
Carora; 15-02-16 
Poeta Freddy Angulo

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