sábado, 25 de julio de 2015

EPISTOLARIO DE MUJER


Ya tú estabas allí                                         
nacida 
en vacío principio 
turbulenta y diseminada 
cuando la voz de Dios 
creó los cielos 
y la tierra. 
Y la tierra sin forma latente 
de verdolagas. 
Estabas predestinada a mis caprichos 
y a la oscuridad que te ceñía la boca 
Flor de cardos y abismos 
te reformaban. 
Y entonces 
y sólo entonces 
se mezcló en tus ojos 
misterio bruñido de amor. 

Y dijo Dios:

"Hágase la luz" 

Y la luz se hizo a tu cuerpo de mujer 
universo yacido 
de libélulas inmóviles.  

Freddy Angulo.  

Ilustración Pastor Meléndez Piña. 

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